Un acápite de un lector amigo.
Tendemos a pensar que occidente ha sido el génesis absoluto de todas las invenciones, verdades, tecnologías y demás, tan seguros estamos que acusamos a el resto del mundo de no estar en la vanguardia de nuestra propia magnanimidad y brillantez, y es ese una de nuestras mayores fallas como hemisferio; prueba interesante de esta realidad es el libro “consejos para un buen gobierno” del Iman ALí Ibn Abi Tâlib, quien mucho antes de que siquiera Europa saliese del obscurantismo y más de setecientos años antes de que occidente se diera cuenta de que el mundo no era plano, ya hablaba de los fines esenciales del Estado dirigiendose a Mâlik Ibn Al-Hâriz Al-Ashtar nombrado para el momento como su gobernador en Egipto:“Esto es lo que ‘Ali (P), el siervo de Dios y Comandante de los Creyentes, le encomendó a Mâlik Ibn Al-Hâriz Al-Ashtar en sus instrucciones al designarlo gobernador de Egipto, para recoger sus tributos territoriales, combatir contra sus enemigos y mejorar la situación del pueblo propiciando la prosperidad en sus regiones”.
Fragmento: Consejos Para Un buen Gobierno.
Autor: Imán ALí Ibn Abi Tâlib (600-661 D.C.).
Destacando intrínsecamente la protección del débil, la fortaleza de sí mismo (Su Gobierno) en el florecimiento de la riqueza colectiva y de cómo transita la legitimidad de un gobierno, basado ese transitar, en el cumplimiento de consejos, que aunque a primera vista parecen obvios y de sentido común resaltan por cuanto; fueron escritos y aplicados en un contexto socio histórico que comúnmente se nos presenta como de total penumbra, de atraso, y de pérdida total del rumbo de la humanidad. Siendo por el contrario que la historia y este libro nos develan una sociedad fuerte, culta y organizada, que ve en el estado la forma de organización para el resguardo de bienestar común, del orden interno, la defensa, la protección del desposeído, la aplicación de justicia y la garantía de paz, todo esto mil años antes de que Napoleón Bonaparte redactara su código civil.
“Déjame hacerle saber, Mâlik, que te envío como gobernador a un país que ha conocido antes muchos gobiernos. Algunos fueron benignos, comprensivos y buenos; mientras que muchos otros fueron tiranos, opresores y crueles. La gente juzgará tu autoridad tan críticamente como tú has juzgado las actividades de otros gobiernos: te criticarán de la misma manera como tú has censurado o aprobado a otros gobiernos.
Debes saber que un hombre bueno y virtuoso, es conocido y reconocido por lo bueno que se dice de él, y por las alabanzas que Dios le ha destinado recibir de otros. Por tanto, haz de tu mente el origen y fuente de buenos pensamientos, buenas intenciones y buenos actos. Esto sólo puede lograrse si mantienes un estricto control de tus deseos, sin embargo, ellos tratarán de incitarte y coaccionarte. Recuerda que la mejor manera de hacer justicia es alejarte del mal e impedir los vicios y las cosas que el egoísmo desea desmedida e irracionalmente.
¡Mâlik! Debes ser amable, compasivo y amar a tus súbditos. No te comportes con (ellos) como una bestia voraz y rapaz, considerándolos como una presa fácil, pues ellos una de dos: o son tus hermanos en religión, o se equiparan a ti en su creación (como seres humanos). Hombres de una y otra clase padecen de las mismas debilidades e incapacidades que se heredan en la carne, pecan y dan rienda suelta a sus vicios, ya sean intencional o involuntariamente, sin darse cuenta de la enormidad de sus actos. Deja que tu misericordia y compasión los rescate y los ayude de la misma manera que tú esperas que Dios te demuestre su misericordia y su perdón.”
Fragmento: Consejos Para Un buen Gobierno.
Autor: Imán ALí Ibn Abi Tâlib (600-661 D.C.).
“No sientas vergüenza de perdonar y olvidar. No te apresures a castigar y, no te enorgullezcas de tu poder de castigo. No te enfades ni pierdas la calma por los errores y fallas de aquellos a los que gobiernas; por el contrario, sé paciente y compasivo con ellos. El enojo y deseo de venganza no te ayudarán en tu administración”.
Fragmento: Consejos Para Un buen Gobierno.
Autor: Imán ALí Ibn Abi Tâlib (600-661 D.C.).
El Imán ALi con una sensible pluma parece trastocar las líneas temporales y mil años antes de que Rousseau o Montesquieu desarrollaran sus tesis políticas, el autor del libro deriva criterios propios de lo que hoy consideramos un humanismo, que superpone al ser humano, sus sueños, su corazón y su alma por encima de todo lo material, aceptando incluso que su humanidad muchas veces le empuja al error y exhortando a su líder a como buen pastor guiarlos para así construir una sociedad más justa y fuerte:
“Siempre debes apreciar y adoptar una política que no sea demasiado severa ni demasiado indulgente; una política que se base en la equidad y la justicia y que sea largamente apreciada y aprobada. Recuerda que las quejas y el descontento del hombre corriente, del individuo sin recursos y de la gente abatida, tienen preponderancia por sobre la aprobación de personas importantes, ya que el desagrado de unas pocas personas importantes será disculpado por el Señor, si el pueblo en general está feliz contigo”.
Fragmento: Consejos Para Un buen Gobierno.
Autor: Imán ALí Ibn Abi Tâlib (600-661 D.C.).
Después de un milenio de su escritura en el medio oriente, estos morales y sabios consejos tienen una vigencia absoluta, vigencia que nace por cuanto es fórmula ideal de gobierno para quienes olvidaron el por qué la Providencia signó ocuparan las responsabilidades que pesan sobre sus hombros.
“Trata de comprender que un gobierno puede crear la buena disposición en las mentes de sus súbditos, haciéndolos sinceros y fieles, sólo cuando ese gobierno es amable y considerado, cuando reduce sus problemas y dificultades, cuando no les oprime ni tiraniza, y cuando jamás les exige cosas más allá de sus capacidades”.
Fragmento: Consejos Para Un buen Gobierno.
Autor: Imán ALí Ibn Abi Tâlib (600-661 D.C.).
En todo el escrito el autor denota su profundo sentido de humildad, en el que destaca que la responsabilidad de la gloria personal y del Imperio (Estado), depende del cumplimiento de los mandamientos de la razón, la moral y la sujeción a la fe, claros signos de una monolítica y fuerte sociedad; y estas características le permiten al autor claramente definir su propia sociedad, reconociendo cada estamento como parte fundamental para la grandeza y fortaleza del Estado desde sus fuerzas armadas hasta el último de los desposeídos, por quien hace hincapié en que el Estado debe velar y garantizar condiciones para que transforme sus realidades.
“Debes saber, Mâlik, que las personas que tú gobiernas están divididas en clases y grados. La prosperidad o el bienestar de cada clase, individual o colectivamente, está tan íntimamente relacionada con las de las otras clases, que forman un todo inseparable. Una clase no puede existir pacíficamente ni puede vivir felizmente y no puede trabajar sin el apoyo y buenos deseos de la otra”.
Fragmento: Consejos Para Un buen Gobierno.
Autor: Imán ALí Ibn Abi Tâlib (600-661 D.C.).
Es maravilloso que siglos antes de que Gutenberg comenzara a imprimir masivamente libros, el Iman ALí exhortaba a su gobernador en Egipto que cuidara sus criterios de selección de funcionarios estatales, colocando los más altos estándares de excelencia para los servidores públicos; exigía que el poder judicial fuera independiente de cualquier órgano ejecutivo para que la justicia no discriminara en su aplicación, estableciera que la riqueza de un Estado no la dan las armas ni la tierra por sí sola, sino los impuestos que derivan de la misma riqueza de la población, que crece en la medida que su gobierno cuida el comercio, la agricultura y la educación como pulmones económicos que permiten a todos los ciudadanos vivir dignamente, y le otorga a su gobierno la legitimidad de tomar las decisiones necesarias para hacer fuerte al Estado que representa; sin duda criterios de nación que son admirables, vigentes y aún hoy necesarios.
“Debes cuidar de no separarte del pueblo. No establezcas diferencias de prestigio entre tu persona y la de tus súbditos. Tales pretensiones y muestras de pompa y orgullo, son en realidad manifestaciones de vanidad y complejo de inferioridad. El resultado de tal actitud, es que permaneces ignorante de la condición de tus súbditos y de las causas reales de los incidentes que suceden en el estado. Te equivocarás en la comprensión de la relativa importancia que tienen los eventos y el lugar que cada uno de ellos ocupa y, puede que atribuyas mayor significación a eventos menores, y que eludas realidades importantes. Del mismo modo, puede que atribuyas gran peso a personas mediocres e ignorantes a hombres realmente consecuentes. Lo que es más, pierdes la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, confundiendo uno con el otro o mezclando inútilmente los dos”.
Fragmento: Consejos Para Un buen Gobierno.
Autor: Imán ALí Ibn Abi Tâlib (600-661 D.C.).
Un acápite que hace un lector amigo no es más que el signo de exclamación que este agrega a la inquisición en la que insiste el autor en el desarrollo de su obra, que destaca que la humildad e incorruptibilidad del gobernante debe ser su fin, y que como gerente él se debe a su pueblo y no el pueblo a él, que su magnanimidad será contada por la correcta acción y no por arranques de prepotencia:
“Nunca digas: “Yo detento la autoridad, doy órdenes, y debo ser sumisa y humildemente obedecido”. Porque tal pensamiento te trastornará y te hará vanidoso y arrogante, debilitará tu fe en la religión y te hará buscar el apoyo de cualquier otro poder distinto que el de Dios (tal vez, el de tu partido o el de tu gobierno). Si tu autoridad te hace sentir orgulloso o vanidoso por sobre tus súbditos, piensa en el Señor, Soberano del Universo, la magnitud de Su creación, la supremacía de Su poder y Gloria, Su poder para hacer cosas que tú ni siquiera puedes soñar hacer, y Su control sobre ti, que es más dominante que el que jamás podrás ejecutar sobre nada que te rodee. Tal pensamiento curará tus debilidades mentales, te mantendrá alejado de la vanidad y la rebelión (en contra de Dios), reducirá tu arrogancia y tu soberbia y te hará recobrar tu cordura de la que te apartaste tontamente”.
Fragmento: Consejos Para Un buen Gobierno.
Autor: Imán ALí Ibn Abi Tâlib (600-661 D.C.).
Un acápite que hace un lector amigo no es más que señalar que este libro es un regalo que el Eterno ha permitido que sobreviva por su alto contenido moral a través de los siglos, y que se hace necesario hacerlo saber y conocer más, y así lograr que más funcionarios, hombres de ley, de estado y gobernantes recuerden y apliquen eficientes, eficaces y transformadores consejos para un buen gobierno, finalizando con una sentencia que resume en contadas palabras la profundidad de cómo definir un buen gobierno:
“Hay solamente dos categorías de gobernantes y tú puedes pertenecer a una de ellas. Puedes ser un temeroso de Dios, gobernante sincero y diligente, haciendo las cosas correctas en los momentos correctos y siguiendo los principios de justicia y equidad, protegiendo los derechos de los otros y haciendo lo mejor para cumplir con tus obligaciones; o puedes ser un miserable, rehusando ser generoso para con cualquiera”.
Fragmento: Consejos Para Un buen Gobierno.
Autor: Imán ALí Ibn Abi Tâlib (600-661 D.C.).
Autor.
Isaac Felipe Méndez Camargo
Abogado
Email: isaacf_mendez@hotmail.com
Instagram: isaacf_mendez
Nota: si quieres descargarte el libro completamente gratis, sigue este link http://islam.cl/biblioteca-islamica/Islam-basico/13/Consejos-para-un-buen-gobierno.pdf